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La calle de noche [actividad inicial]

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Esta actividad nos ayuda a darnos cuenta cómo practicamos la evaluación de riesgos para nuestra vida y supervivencia cotidiana. En esta actividad, se muestra una calle oscura en la noche. “¿Qué harías para sentirte a salvo si tuvieras que caminar a solas por esta calle?”

Descubriremos qué maneras tenemos para evaluar y mitigar riesgos en el momento.

Objetivos de aprendizaje 

Al final de la actividad, podrás:

  • Empezar a entender que la evaluación de riesgos no es una actividad extraña. 
  • Compartir experiencias sobre las consideraciones que hacemos a la hora de examinar una situación arriesgada.

¿A quién está dirigida esta actividad?

Esta actividad se puede realizar con personas, independientemente de que tengan experiencia en la evaluación de riesgos o no.

Nota para facilitación: es importante conocer al grupo previamente, ya que esta actividad puede activar traumas del pasado.

Tiempo requerido

45 minutos

Recursos

  • Un proyector para poder mostrar la imagen de una calle de noche
  • Un pizarrón o papelógrafo para escribir las respuestas
  • Marcadores

Mecánica

Presenta el ejercicio mostrando la imagen de una calle de noche. Explica que no hay respuestas correctas, ni equivocadas.

Aquí encontrarás algunos ejemplos, pero también puedes utilizar la imagen que mejor se adapte al contexto del taller. 

station_at_night.jpg

Photo: Yuma Yanagisawa, Small Station at night, on Flickr.

street_at_night.jpg

Photo: Andy Worthington, Deptford High Street at night, on Flickr

Dale a cada participante el tiempo de pensar cómo responderían a la pregunta: “¿Cómo andarías por esta calle de noche si estuvieras a solas” 

Nota interseccional: no deberías suponer que todo el mundo tiene las mismas capacidades y habilidades físicas. Es por eso que usamos “andar” en lugar de caminar. 

Pídeles que escriban sus respuestas y se las guarden. Esto no debería llevar más de cinco minutos. No se trata de pensar demasiado las respuestas. 

Después, invita al grupo compartir sus respuestas. Anótalas en el pizarrón.

Cuando veas algunas tendencias en las respuestas – respuestas comunes, así como respuestas únicas – empieza a preguntarles por qué razón respondieron de esa forma. 

Estamos intentando obtener más información: empezamos con el “cómo” y ahora estamos llegando al ‘por qué’. Sondeamos los peligros – las causas del peligro – que se revelan en las respuestas al “¿cómo andarías por esta calle de noche si…?”. 

Anota también las amenazas. Es buena idea mirar la fotografía otra vez para ver los elementos que podrían ser amenazadores, así como los que podrían considerarse oportunidades para sentirse a salvo al andar por esa calle. 

Por ejemplo, tomando la primera fotografía:

  • Señala las rejas y los arbustos bajos. ¿Hay buenos lugares para esconderse? 
  • ¿Qué lado de la calle usarías? ¿Por qué? 
  • Dado que se trata de una calle en la que hay una pequeña estación, ¿significa que la persona que anda por ahí tendrá alguien a quién llamar si algo sucede? Si es así, ¿eso hace que esta calle sea más segura?
  • ¿Y en cuánto a andar por esta calle a salvo de los automóviles que pasan?

En la segunda fotografía:

  • ¿Qué lado de la calle usarías? ¿Por qué?
  • Señala a las dos personas que están en la calle – ¿te parece que su presencia hace la calle más segura o no?
  • La camioneta que está más adelante en la calle – ¿podría ser una fuente de vulnerabilidad o de ayuda si algo sucede?

Si estás planeando sacar tu propia fotografía de una calle de noche, considera incluir los siguientes elementos: 

  • Una fuente de luz y una parte obviamente oscura
  • Elementos que agreguen más riesgos a la calle. Por ejemplo, lugares en los que alguien podría esconderse, mucho tráfico de vehículos...

Después de destinar un tiempo a los porqués de las tácticas de seguridad y las amenazas, plantea la siguiente pregunta: “¿Qué otras cosas necesitas saber sobre esta calle para tomar mejores decisiones para andar por ahí con seguridad?”

Tras unos minutos para responder a las respuestas, de nuevo invita al grupo a compartirlas mientras las vas anotando en la pizarra.

Realiza una síntesis de la sesión. Destaca los puntos principales:

  • Las estrategias claves – el por qué y el cómo – surgidas a partir del debate. 
  • La información esencial necesaria para evaluar mejor una situación.
  • Relaciona esta actividad con la evaluación de riesgos: en ambos casos se analiza una situación y se toman decisiones sobre la seguridad en función del contexto, las experiencias y los conocimientos. Recalca que, esta actividad como ejemplo de la evaluación de riesgos, puede ser un proceso rápido.
  • Mantenerte a salvo cuando pasas por una calle oscura de noche es una experiencia común. En ese momento, somos capaces de evaluar el riesgo con preguntas como: ¿Qué tan peligrosa es esta calle? ¿Qué tan rápido puedo correr? ¿Hay algún punto en esta calle donde podría pedir ayuda, por las dudas? ¿Voy a solas o en compañía? ¿Hay partes dónde alguien podría sorprenderme en esta calle? Y a partir de estas respuestas, aplicar estrategias y tácticas de mitigación.  Recordar que ya hacemos todo esto de manera instintiva – como mecanismo de supervivencia – es significativo cuando vamos a hacer una evaluación de riesgos. 
  • Conocer los riesgos potenciales de esta situación específica nos dio la posibilidad de elaborar estrategias y tácticas para reducir los riesgos en una situación determinada. 

Notas para la facilitación

  • En la primera parte de esta actividad, es realmente importante que las personas participando piensen cómo pasarían por la calle a solas sintiéndose a salvo, pero que no reflexionen demasiado. Es por eso que basta con cinco minutos. Lo que queremos destacar aquí es el papel vital del instinto y las propias experiencias cuando evaluamos los riesgos de una situación dada. 
  • Si te parece que alguien reacciona muy intensamente a raíz de esta actividad, haz una pausa. Dales un respiro y la opción de salir de la actividad o mantenerse al margen.
  • El objetivo de esta actividad es empezar a explorar la evaluación de riesgos. Aquí no tiene relevancia abordar esta actividad con la fórmula estándar: riesgo = amenaza/peligro x probabilidad x impacto / capacidad. Lo importante es que las personas participando sean capaces de articular las razones por las que eligieron determinadas tácticas para andar por la calle oscura de noche. 
  • Recalca que no existen respuestas correctas o equivocadas, sino solamente respuestas basadas en la experiencia y el razonamiento. 
  • Si el conocimiento que tienes del grupo te lleva a pensar que esta actividad podría activar traumas pasados, puedes cambiar la situación a algo que creas que será menos traumático: por ejemplo, una calle llena de gente de día o de noche.

 A continuación, algunos ejemplos de fotografías que puedes usar: 

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Foto: Carl Campbell, muchedumbres en el mercado de los sábado El Chopo, en Flickr.

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Foto: Waychen C, mercado nocturno de Shilin, en Flickr.


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